Las palabras de la lengua española se caracterizan por tener un solo acento prosódico, a excepción de los adverbios terminados en mente, los cuales conservan tanto el acento del adjetivo del que se derivan y como el de la terminación mente. Ejemplos: ágilmente, lícitamente, cortésmente, dúctilmente, elegantemente, sutilmente, viciosamente.
El acento ortográfico (llamado también tilde) se utiliza para señalar el acento prosódico en ciertas palabras.
La tilde (´) es una rayita oblicua descendente que va de derecha a izquierda de quien escribe. Se marca siempre sobre una vocal de la sílaba acentuada.
La tilde indica de manera inconfundible cuál es la acentuación prosódica de una palabra escrita en idioma español. En consecuencia, cuando una palabra debe llevar tilde, esta se debe marcar, inclusive cuando tal vocal esté escrita en mayúscula.